Estimado Pernell Roberts,
Le saludo con gran aprecio. Usted es y será siempre una persona que posee un alma extraordinaria. Estas no son solo palabras, sino también un reconocimiento por todo lo que nos enseñó y dejó como legado.
Valor, por ser íntegro con sus principios. Esto dejó en mi ser una huella permanente, enseñándome a ser auténtico y a creer que la justicia y el amor por los más necesitados son las verdades más grandes que puede albergar un ser humano.
Carisma, para llegar a lugares donde pocos se atreven, a pesar de haber sido rechazado y cuestionado. Sí, porque muchos escucharon su voz a través de la suya.
Amor. Muchos esperan el amor de una manera específica, pero usted lo entregó a su manera. Y permítame decirle que llegó, amigo.
Para mí, usted no está muerto; sigue vivo y seguirá vivo en nuestros corazones.
Gracias, alma valiente.
Fernando Patiño
19/05/2025